viernes, 25 de junio de 2010

domingo, 20 de junio de 2010


Me miro, lo mire, no dijimos nada, por que la verdad es asi, nada de nada dijimos en ese momento. Solo nos miramos por unos segundo, unos cuatro cinco. Hacia frio, ahora en Buenos Aires hace frio, en ese instante mi unica proteccion era mi abrigo, no senti miedo, pero algo parecido, sabia que lo perdia, que me perdia. Fueron cinco segundo, en los cuales senti llorar, reirme, vibrar, gritar, morir. Simple. Mirarnos, seguido de un "adios" de parte de el, y de un "para siempre ehh" mio con mi voz idiota y tranquilizadora por obligacion. Me di vuelta, casi riendome por dentro, reir para no llorar diria mama, camine, camine por esa avenida de la alta recoleta, esa avenida en la cual acostumbre pasar para verlo a el, donde veia las vidrieras de vuitton, armani, hermes. Camine, camine hasta llegar a casa, con la sensacion de querer llorar, pero no podia. Fue una sensacion extraña, parecia una fotografia de una escena de una pelicula, pero era la realidad. Cuando las cosas terminan, terminan.